S L A Y E R




Después de una carrera contra el tiempo y contra la medicina (estaba en cita médica) logré encontrarme con uno de mis asuntos pendientes en materia de conciertos: S L A Y E R. De sólo escribirlo me lleno de la misma emoción que experimenté al llegar a conseguir la boleta en el centro comercial Gran Estación (repleto de recuerdos y de nostalgias, por supuesto) Así, junto a un gran amigo y dos buenas “amigas” la cosa iba adquiriendo sentido. SLAYER. Esa palabra retumbaba en mi cerebro y me hacía recordar los momentos de batir el pelo como muñeco de taxi mientras escuchaba sus clásicos en cualquier bar del centro, del occidente e incluso de la afamada primera de mayo… La espera fue eterna pero bien llevada. La entrada estuvo sin complicaciones, como tiene que ser en conciertos de metal pagos (los gratuitos no dejan de generar ciertas molestias) La policía haciendo su trabajo y los muchachos de logística el propio. Fue muy emotivo ver a un muchacho de logística cuyo aspecto denotaba el gusto por este género. En ese momento pensé: “Pelao, será el primer concierto de su vida…. No se va a arrepentir…”
Finalmente encontré el escenario propicio para ver una de las mejores bandas de metal de la historia, sin lugar a dudas. Empieza la agrupación Hybrid Minds su presentación como banda telonera haciendo un gran trabajo pero encontrando al principio un público reacio que lo único que quería era ver a SLAYER. De a poco y con una gran voz de su vocalista Jairo Clavijo, la banda se involucró más con el público que al final reconoció el trabajo de esta nueva banda de la escena nacional con un sonoro aplauso. Debo decir que me dejó gratamente satisfecho esta presentación… apenas para ver a los monstruos.

El entretiempo entre las bandas permitió, no sólo descansar un poco, sino apreciar ciertos detalles que comentaré con inmenso respeto. Primero: El escenario estaba impecable. Segundo: Había más pelo corto que de costumbre. Esto no significa que el concierto estuviera plagado de posers (como les llaman algunos a quienes comienzan amando esta música) sino que la experiencia o la vida va obligando, de alguna manera, a que aquellos que en su momento tuvimos el pelo largo, como símbolo insigne del rock o del metal, hayamos tenido que despojarnos de él, sin dejar de amar este tipo de música. La verdad fue muy grato ver esto. De hecho, muchos conocidos, víctima de la tijera…. Jejeje!! Tercero: La escena metalera se ha caracterizado por tener un gran público femenino, y este concierto no fue la excepción… dejémoslo hasta acá.

De repente las luces se apagan, la energía sube de manera impresionante y en escena aparecen estos señores Araya, Lombardo, King y…Gary Holt, guitarrista de Exodus quien remplaza al fundador de Slayer, Jeff Hanneman, mientras se recupera de su enfermedad. Así, empieza una descarga impresionante de acordes, letras, riffs y toques salvajes de cada uno de estos señores con la canción “Wolrd painted blood” homónima de su ultimo álbum y que la gente coreó con garra, con furia y sobretodo con una gran emoción. Al continuar con Hate Worldwide los ánimos se calentaron aún más. El señor Araya suelta un par de palabras en español que tan solo fue el preludio de las gargantas a desgarrar, las cabezas a punto de desprenderse de los cuerpos. Dice: -¿están listos? Are you sure? Y sueltan War ensamble y Postmorten. ¡Qué cosa más impresionante! Con temas como Dead skin Mask, el publico deliró, cantó y se movió al son del thrash metal más genuino que se haya hecho en el mundo. Sin mayor show que el metal, sin mayor pretensión que descargar la ira del metal sobre los asistentes, SLAYER desarrolla una presentación que inició, según mi reloj, a las 8.00pm y finalizó a las 9.33pm después de las demenciales Raining Blood, Black Magic y Angel of Death, que se constituyeron como una estupenda despedida de nuestro país, del palacio de los deportes, del público bogotano (e imagino que de otras partes del país) que no dejaba de corear SLAYER, SLAYER, SLAYER… una y otra vez.

Realmente ha sido uno de los mejores conciertos a los que he tenido la oportunidad de asistir. Batería impecable (la velocidad de Lombardo y la limpieza de los toques es inigualable) El señor King y sus punteos dementes me dejaron absorto. Igual, limpios, impecables. Del señor Araya, ni hablar… no es un show man, es la esencia del metal. Los cambios de ritmo de este señor bajista son impresionantes. El guitarro de Exodus hizo un gran trabajo, pero me quedaré con el desencanto de no haber visto en vivo al señor Hanneman. Por eso, la próxima vez que vuelva SLAYER, vuelvo a ir.
A vaio aerronog mis más sinceros agradecimientos… Era necesario un Slayersazo!

Comentarios

Lalis Álvarez ha dicho que…
Que buena crónica, nada formal, me encanta ese estilo!!
Aunque no fuí (me hubiera encantado hacerlo), definitivamente las palabras se quedan cortas para describir lo que uno siente, como amante de la música, en un concierto de éstos. Increíble o sublime podrían describir vagamente la emoción y la energía que invade el cuerpo y el alma.
SUPER que hayas ido !!!
Sigue escribiendo, mantén el blog con vida!
Laura Melissa Villarraga Ulloa ha dicho que…
¡Felicitaciones, Germán! Me alegro mucho de que pudieras disfrutar de una experiencia así. Yo aún no he tenido la oportunidad y no creo que la ocasión se dé pronto tampoco, mas crecen mis ansias a pasos agigantados al volver mi vista sobre esa descripción tan amena y tan cargada de emoción. Tú, que cuentas con más años que nosotras, habrás visto cómo las cosas cambian, cómo cambias tú mismo. Supongo que ha de ser interesante presenciar los dos escenarios, cómo la gente se adapta a una sociedad más bien demandante sin tener que dejar aquello que le gusta, en este caso, el metal.
Para concluir, concuerdo con Laura en cuanto a la informalidad en la narración, muy oportuna y agradable. Podríamos decir que el tema, de algún modo, lo exigía.

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