Hay días donde todo es oscuro
Hay días donde todo es oscuro. El sol pinta sus trazos con un tono gris, frívolo y su calor hiela los huesos. La niebla espesa se sitúa en los ojos cansados de un transeúnte indómito que camina con pesar y el hollín níveo lo obliga a pestañear mientras fija su mirada en un horizonte desgarrador. Los hombros tienden a decaer y la mirada a nublarse. Los pasos lentos denuncian la dificultad para levantar la mirada y sólo un vaso de agua devuelve el sentido de la vida. En su mente retumba la pregunta de esa dama intangible, banda sonora de su vida... ¿Puedo jugar con la locura? - exclama. Al final, hay días donde todo es oscuro y otros donde no.